28/10/10

La mujer rota

Te presentas siempre monolítico, sin grietas, sin fracturas, sin lugar para los malos entendidos, para la confusión, para la ironía.

Tus contradicciones siempre las colocaste en el lugar de otro, hasta tus acciones no derivadas de una operación lógica encuentran la causa en que la persona que tenes enfrente se te aparece como irresistible. Tus besos reprimidos también.

(Yo no soy irresistible, vos elegís besarme. Sin embargo, la culpa recae sobre la victima)

Tus anteojeras de la lógica te permiten crear hechos empíricos solo de los enunciados.
Solo en tu cabeza…

Me besas, me pedís que pare.
Me volves a besar, me pedís que no lo haga mas.
Te olvidas que el que comenzó a besar (me) fuiste vos.

- “Vos no sos cualquiera, no te puedo besar”
¿Besas a cualquiera?

Seis vueltas al sol sin identidad

¡Besas a cualquiera!,
En repetición, en espiral…

“Hay cariño”
Enumeras consumos compartidos
¡Hay cariño!

Lo gritas, lo afirmas.

(No disfrutas ni de lo que te nace espontáneo, ¿Qué más te nace que no disfrutas?)

Lo repetís tantas veces que parece real.
¿Es real?
Si se repite es real… se comprueba una y otra vez hasta que se refute. Es positivo, es real.

Bobo

No compartís tu cama, sólo la prestas
No compartís tu cuerpo, sólo lo prestas

No pasas una noche entera con tu cuerpo en tu cama y un cuerpo más (por lo menos con el mío). Siempre te tenes que ir… Siempre te tenes que vestir, siempre te tenes que bañar.

Vuelvo a empezar, me conecto, leo mails, abro el facebook. Mi casillero ya esta ocupado. Me entero por una imagen.

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